miércoles, 28 de diciembre de 2011

Bocata de calamares, Peluca de colores y Marujasasesinaspuntocom. Mi amiga Hortensia dice...


Mi amiga Hortensia dice que en Navidad todo es posible, hasta que las amigas cibernéticas se vean las caras, se toquen, se abracen por fin, y se reconozcan después de tantos y tantos correos por la red.

Pero fieles a nuestros objetivos no podíamos quedar sin hacer gala de todo lo que nos une, y por tanto, nuestro motor, la que nos lanza a la increíble aventura de viajar por los bites y bytes, y se enfada porque somos perezosas y no estudiamos nada, y preguntamos siempre lo mismo, y perdemos los +1 y no sabemos subir las fotos decentemente, nos mandó un  documento de posicionamiento NEO (Navidad Extraordinariamente Organizada).
Sin ningún afán de provocarla, pero con las prisas, me dejé en casa el manual, me acordé de casualidad del lugar y hora de la cita, y me olvidé por completo, por puro despiste, de expectativas, interrogantes y dudas sobre cómo saldría el experimento.

Antes de nada os comentaré que en mi vida he tenido dos citas a ciegas, la primera me salió redonda y la segunda.....

Llegué la primera (ya podría haber sacado de británica alguna otra cualidad que no fuera la puntualidad, no sé, quizá un don innato para el idioma…). Ni dos segundos duró esa sensación incómoda de no saber qué decir, por dónde empezar, porque a partir de ese momento, me encontré felizmente noqueada por un espíritu libre, lleno de energía vibrante, como un huracán que te sacude…no, más bien hipnotizada. Cuando llegaron mis otras dos ciber-amigas, comprendí que una de ellas bullía como sus ollas, llena de vitalidad, pensé que nunca encontraría a alguien que tuviese la risa más fácil que la mía, y la otra no podía dedicarse a otra cosa que a hacer arte con la plata, es, en esencia una artista sin artificios.

Mientras, nosotras a lo nuestro, a llenar el estómago en este Madrid navideño atestado de gente en estado, unos de embriaguez, otros de compulsión consumista, los más, con los enanos deambulando de un sitio a otro. Pero era lunes y teníamos el tino un poco desviado, así que cada sitio que se le ocurría a nuestra intrépida ciudadana del mundo estaba cerrado. Es un misterio que ella haya llegado a la edad adulta sin haber sufrido un atropello mortal, eso que seguro que ha estado en ciudades más peligrosas que la mía y con un tráfico más caótico, pero su manera de cruzar es simplemente suicida.

Acabamos comiendo un bocata de calamares, típicamente grasiento, en un bar típicamente abarrotado de gente, y nuestra artista haciendo malabares para no arrojarnos por segunda vez la copa de vino, la primera había caído por milímetros fuera de la máquina de fotos nuevecita de nuestra visitante. Nuestra cocinera, nueva emprendedora y seria aspirante a un trabajo por cuenta ajena tiene una vida que es un sainete y un humor y alegría vital a prueba de bombas.

Sin humor no hubiese sido posible que personas adultas, maduras, vamos…señoras (aggg, me sigue sentando fatal), se pusiesen unas pelucas de colores mientras se hacían las fotos pertinentes con el chino que las vendía, y paseasen sus testas coloreadas por la Gran Vía, entrasen en una taberna muy chic dando el cante, lo que sirvió para que las invitasen a las copas.
Y por casualidad se me ocurrió decir que tuve un grupo de danza del vientre que era tóxico, era una panda de marujas asesinas, entonces, mi querido huracán, tuvo un arrebato, llamarnos marujasasesinaspuntocom (seguro que ya está registrado), pero doy por sentado que encontrará otra variante que nos vaya al pelo.

Me fui como si en vez de seis horas hubiesen pasado seis minutos, y para no ponerme sentimental solo os diré que mi segunda cita a ciegas...también salió REDONDA.

viernes, 16 de diciembre de 2011

Monster High. Mi amiga Hortensia dice...


Mi amiga Hortensia dice que como todas las Navidades hay un juguete estrella, y parece ser que el de estas es la serie de muñecas Monster High.

Hace tiempo que desistí de intentar comprender porqué a nuestras pequeñas y no tan pequeñas (imagino que a algún pequeñuelo también, por esto de no marcar tendencias sexistas), les encanta este tipo de muñeca con cuerpo de fideo y cabeza de coco, por no hablar del maquillaje “titanlux”, los pelos de colorines y la vestimenta sugerente (no, ésta no es la palabra, pero la que se me ocurre prefiero no escribirla). Si estas fuesen reales no se sostendrían de pie ni medio minuto, porque con semejante perímetro craneal y con los pies de china del siglo XIV, acabarían en el suelo sí o sí, claro que el moratón no se distinguiría dada la capa de sombra de ojos tan espectacular que lucen.

Pero como a los padres cuando hacen de Magos se les suelta un tornillo, y a los tíos, dos, ahí me fui yo en busca de la susodicha Poligonera Crepuscular.

¡La primera en la frente!, Inocente, me voy a la tienda, a una hora prudencial y me encamino dignamente hacia la estantería donde se encuentra todo lo relacionado con las Cabezonas Monstruosas (no lo digo porque sean horribles, que también, pero es que son hijas de monstruos), y a la dependienta casi le da una apoplejía de la risa cuando le pregunto por la muñeca dichosa, y me dice: “Uy, señora (aggg, ¡qué mal me sienta!) las sacamos a las 9 y a los 3 minutos se han agotado”.
Me voy cabizbaja y empiezo a pergeñar un plan alternativo. Se me ocurre preguntar en todas las pequeñas tiendas, donde seguro que a nadie se le ocurriría buscar. Cierto, porque en esas tiendas no tienen, ni intención de tener, el dichoso juguete.

Para comprar una muñeca de estas hay que hacer un máster, empaparse del catálogo en el que vienen todas y cada una de ellas con sus características personales (¿?¡!), porque entre ellas, como en la vida misma, están las de primera y las de segunda categoría, o sea, las que quieren TODAS las niñas, y las que no quiere ninguna, salvo alguna despistada, y que están para rellenar.

Y como a cabezona (bonito juego de palabras) no me gana nadie, lo intento al día siguiente, me voy muy temprano, para estar la primera, pero ya hay gente esperando en la puerta. Lo que me cuentan me pone los pelos de punta porque no me he traído las deportivas, ni los nunchacos. Hago un diagnóstico preliminar: una abuela (va, con esta puedo), una joven de mi edad (aquí las fuerzas están más compensadas), una joven auténtica (a ésta no la gano ni queriendo), un muchacho (perdido), y dos señoras que como hacen equipo nada de nada, pero me mantengo fuerte y no me vengo abajo.

Nos preparamos. Delante tenemos a un guardia de seguridad que está alucinando y al que intentamos convencer para que nos deje pasar antes, pero no quiere ingresar en el INEM (con todos los que somos y lo bien acompañado que iba a estar), mentalmente diseño la estrategia: pasillo 1, dos viales, izquierda, un vial, derecha y OBJETIVO.
Se da el pistoletazo de salida y salgo como el mismísimo Usain Bolt, pero la abuela, ¡qué astuta!, viendo que el camino estaba atascado vira rápidamente, coge un atajo y llega la primera, jaja, pero yo soy más alta que ella y llego a la estantería, ella no, y alcanzo una caja, y otra, y otra….y se me caen encima tres que aguanto como puedo. Satisfecha, miro las muñecas y digo: "¡Pero, esto qué es, si no hay ninguna de las que quiero!, ¿cuántas Monstruitas de estas hay?". Intento negociar con el de al lado, pero no hay ninguna de las que necesito, los listillos del centro comercial sólo han sacado a la venta las de relleno. Tanto esfuerzo para nada.

Mi querida sobrina se tendrá que conformar con la Cabezona de segunda fila.

Se la enseño a mi hija, la mira arrobada y comenta: “¡qué mona, mamá!.
La miro espantada y  le digo: “Ni lo sueñes, si quieres, coges una de las otras Cabezonas que ya tienes y te la tuneas”.

lunes, 12 de diciembre de 2011

Colegio Europa, Angelita y Nicolasete. Mi amiga Hortensia dice...


Mi amiga Hortensia dice que corren malos tiempos para el Colegio Europa, se acercan los exámenes de calificación, las deudas les aprietan y el prestigio, que en otros tiempos, estaba fuera de toda duda, ahora parece que se pone en entredicho.

El Colegio Europa es un colegio especial, dividido en clases, aulas, cada una de ellas con un representante o delegado elegido democráticamente, antes se presentaban por su cuenta a las distintas pruebas, cada una de ellas con mayor o menor acierto.
Un buen día decidieron hacerlo todos juntos, como colegio, aunando esfuerzos, es más, incluso decidieron hacer los pagos mediante una cuenta común (en esto, no se pusieron todos de acuerdo, por lo que algunas clases siguen teniendo su cuenta propia y hacen sus pagos al margen del resto).

Como he dicho, cada clase tiene su delegado que desempeña múltiples tareas, además de ser el responsable del aprovechamiento, calificaciones y méritos de sus representados. Los directivos del colegio, viendo que algunas de las aulas empezaban a acumular mayor poder que otras, para equilibrar, decidieron que el Consejo Escolar estuviese dirigido por miembros de clases menos predominantes, como José Manuelito, de la clase P, que está pasando por serios apuros, o el pequeño Herman (de apellido impronunciable y cabello ingobernable), de la B2.

Así de esta manera, el aula A, tiene como delegada a Angelita una niña seria, responsable, trabajadora y previsora, de carácter adusto, firme y obstinado, bastante marimandona, que dirige su clase con mano firme y siempre preocupada por alcanzar las más altas cotas de rendimiento.

El aula F, manejada por el pequeño Nicolás, muy amigo de Angelita, tiene muy claras las ventajas de acercarse al ascua que más calienta, ya que él sabe que llegará lejos (la altura no sólo se mide en centímetros). Nicolasete se maneja bien socialmente (mejor que Angelita que, para su gusto, resulta un poco intransigente y cuadriculada), por lo que le toca a él, templar  los ánimos, andar dando una de cal y otra de arena, ser en definitiva, el diplomático. Angelita piensa que a Nicolás le pierde, a veces, un cierto sentimentalismo mediterráneo.

De vez en cuando, viene un alumno de intercambio, de un colegio que está allende los mares, es todo un bombón, a Angelita se le llevan los demonios cuando ve babeando a la muchachada al paso del pequeño Barakito (¡vaya nombre!), además de esto, el muy…se permite el lujo de darles lecciones de cómo hacer las cosas bien, ya podría hacer caso de sus propios consejos porque tiene su clase patas arriba, claro que no todo es culpa suya, gran parte se lo dejó en herencia el anterior delegado, un niño con cara de viejo, Jorgito, un bravucón que andaba siempre a la greña, el rey del patio, el de “estás conmigo o contra mí”, que cuando venía al Colegio Europa no paraba de amenazar al que le hacía frente.

Algunas de las clases están pasando por serias dificultades, su falta de previsión, de organización, en definitiva y en palabras de Angelita de trabajo duro, de sacrificio y de pensar en el bien común, han llevado a todos a una situación al borde del colapso, a poner en entredicho tantos y tantos años de prestigio y buenas calificaciones conseguidos a base de esfuerzo. Así que es hora de que cada uno cumpla con lo que tiene asignado y haga su parte, no es “justo” que siempre los mismos les saquen las castañas del fuego a los que se dedican a vivir el presente sin pensar en las consecuencias.
Cuando Nicolasete ve dispararse así a Angelita se echa a temblar, ya que pone en peligro toda su ardua labor de guardar ciertas formas para preservar la unión.
Y es que Angelita no se anda con medias tintas.

Pero algunas voces empiezan a alzarse (tímidamente, sin mucha fuerza)….Angelita no está en posesión de la verdad, y aunque así fuera, no tiene derecho a imponer su voluntad a todos.

El caso es que las cosas están revueltas en el Colegio Europa que tiene muchos más protagonistas….(Continuará).

lunes, 5 de diciembre de 2011

Claves para una entrevista perfecta. Mi amiga Hortensia dice...


Mi amiga Hortensia dice que muchos la preguntaron cómo hacer una entrevista perfecta.

Consejos, trucos, recomendaciones, hay miles, circulando por todos los sitios, todo el mundo sabe lo que hay que hacer y lo que nunca, nunca en la vida debes, y lo que gusta y lo que no, y lo que resulta sorprendente y lo que le funcionó a un primo hermano, que por cierto ahora está “forrao”. Algunos son buenos, otros son de cajón, otros son (mil perdones) una estupidez y otros pseudo-psicológicos de los que  prefiero no hablar.

Como antes de rechazar nada hay que probar, me decidí a investigar todas las metodologías. Primero, me pasé un borrador por la cabeza y me quité de encima mis conocimientos previos en la materia (como entrevistadora y seleccionadora de personal). Segundo, hice un repaso de todos esos consejos tan bien intencionados, como ser puntual, ir aseada, limpia y adecuadamente vestida. Tercero, me metí de lleno en prepararme preguntas capciosas, como las de los defectos y virtudes, lo mejor y peor de tus anteriores trabajos, si pudieras qué hubieras cambiado de ellos. Cuarto, consulté mis apuntes de psicología proyectiva porque ví que en una entrevista a alguien le habían preguntado con qué objeto se identificaba (¿?). Quinto, me pasé toda una tarde ensayando posturitas y gestos en el espejo, nada de piernas ni brazos cruzados, mirar a los ojos sin agobiar, postura relajada pero firme. Sexto, hice gárgaras para modular la voz y Séptimo me empapé de información sobre la empresa contratante, consulté su web y otras muchas sobre su tipología de empleado. Obvié aquellos que me invitaban al fraude, como el “engorde” o “adelgazamiento” del curriculum, o a mentir descaradamente en la entrevista.

Y antes del gran día, hice, por supuesto, un ensayo general….y menos mal, porque parecía más una actriz venida a menos que una aspirante a un puesto de trabajo.

De esta profesión, resulta sorprendente, todo el mundo se atreve a hablar, parece que el intrusismo, la falta de rigor y de cualificación apropiada están a la orden del día. Más sorprendente cuando no encuentras por ahí nadie que hable con esa ligereza sobre cómo levantar un edificio, poner en marcha una central nuclear, hacer la fontanería del cuarto de baño o llevar a cabo una operación de apendicitis.

De aquella experiencia saque mis propias conclusiones, dicho está que como me había pasado el borrador por la cabeza no tenía ya ningún conocimiento previo al respecto.

La primera, utiliza el sentido común: llegar puntual es un signo de respeto en cualquier circunstancia y con cualquiera, al igual que avisar si has tenido un percance y no puedes estar a tu hora. El aseo personal es una norma básica de urbanidad, que algunos desconocen, cierto, pero no por ello es menos importante, y respecto a la ropa, sólo hay que tener en cuenta que no vas a una fiesta playera, ni a una boda, y escoger lo apropiado, sin perder tu estilo personal.
La segunda, sé tú mismo, y si puedes mejorar, mejora. Si tu curriculum no te convence, invierte tu tiempo en pedir consejo profesional para mejorarlo, al igual que tu discurso o las experiencias sobre los que debes hacer hincapié, eso te dará confianza y seguridad.
La tercera, nadie te garantiza el éxito, pero puedes hacer de una entrevista tu mejor carta de presentación, si la despojas de artificios.
La cuarta, si alguna pregunta te incomoda, o no la entiendes, dilo, con educación y cortesía se puede.
La quinta, buscar información sobre la empresa que oferta es conveniente, pero no quiere decir que te asimiles a sus prototipos.

Y por último, libérate de complejos, respira hondo…y a por todas, porque la persona que tienes enfrente es una persona como tú, hace su trabajo y no está en sus prioridades hundirte la vida.