Mi amiga Hortensia dice que hacer
varias cosas a la vez nunca ha sido su fuerte, aunque Paz Vega se empeñe en
mostrarle las delicias de poseer esta habilidad mientras corretea, eso sí
perfecta y guapísima, por la calle. Nada menos que diez cosas a la vez, ni dos
ni tres, sino diez, ahí es nada, la quintaesencia de la multitarea, como si
fueras la mujer orquesta o un pulpo de mujer.
Pero yo, repito, debo tener algún fallo en mi estructura neuronal porque
a pesar de poner todo mi empeño, sólo he conseguido hacer, a lo sumo, dos
tareas, una de ellas mecánica y la otra no muy compleja, aquella que no
requiere la intervención de mis más altas capacidades intelectuales. He puesto
empeño y algo he conseguido, porque todavía recuerdo aquella vez que intenté
bajar las escaleras del Metro mientras sacaba el billete del bolso y me pegué
un trompazo tal que estuve quince días escayolada.
No dudo que si quisiera podría
hacer diez o quince o veinte cosas a la vez pero con un nivel de eficacia nulo,
por eso ni siquiera considero esa posibilidad.
He dicho que he puesto todo mi
empeño, quizá no sea del todo cierto, el caso es que tengo serias dudas:
Dudo de la eficacia de hacer
varias cosas a la vez, hay tareas que requieren toda mi atención, todo mi
empeño y todo mi interés, y me gusta hacerlo así.
Dudo de la conveniencia de
difundirlo y de alardear de ello, es un arma de doble filo, el otro, herido en
su orgullo, en vez de tomarlo como una oportunidad de aprendizaje, de ahorro de
tiempo y de capacitación, te endilga sin más miramientos su tarea (ya que tú puedes hacer varias cosas a la vez)
y así ahorra todo el tiempo, el suyo, no el tuyo.
Dudo de la valía de dicha
habilidad por encima de otras, en mi caso valoro otras que poseo.
Dudo que sea nuestra mejor
cualidad como féminas (si es una cualidad femenina, yo, por ejemplo, no la
tengo).
Y dudo de su utilización como
arma arrojadiza contra nuestros compañeros de especie varones. (Sí, sí, muy
hábil, pero mientras tú haces diez, él una y encima la publicita mejor).
Pero lo de ahorrar tiempo para
emplearlo en otros asuntos es algo que empieza a gustarme, y por ello, creo que
voy a seguir intentando hacer algunas cosas menudas, las que
tengo muy automatizadas, al mismo tiempo (menos bajar las escaleras y buscar
algo en el bolso, eso, descartado), para probar, a lo mejor le cojo el gustillo,
me aficiono, y con mucha, mucha práctica me hago experta en multitarea (Paz
Vega podrá estar orgullosa de mi).
Pero mantendré la boca cerrada, nada de fanfarronear al respecto,
primero, para no crear falsas expectativas, segundo, para poder emplear el tiempo
libre en lo que yo quiera, tercero, y como consecuencia de lo segundo, para no
dar lugar a que otros descarguen sobre mí sus quehaceres, y por último, porque,
en fondo, sigo pensando que es más importante el Cómo se hacen las cosas, lo satisfecho que quedas cuando las haces o mientras las estás haciendo que....Cuántas haces a la vez.