Mi amiga Hortensia dice que es
una medusa, ha llegado a esta conclusión tan sorprendente después del ejercicio
que ha tenido que hacer a resultas de un curso que ha realizado.
El citado ejercicio se llama
Imagen Pública y le pides a tres personas de tu entorno que se estrujen el
cerebro exponiendo de ti 3 cosas que se te dan bien y otras 3 que no se te dan
tan bien, con ejemplos y todo.
Es una práctica, una apuesta
arriesgada y para los destinatarios un compromiso, porque tienen que medir muy
bien sus palabras, para cumplir con el objetivo marcado y no perder el contacto
contigo definitivamente. Y tú te arriesgas a leer lo que no quieres y de
personas que no crees que piensan eso de ti.
La crítica no siempre es bienvenida
y sobre todo cuando toca fibras muy sensibles.
Yo me arriesgué y mucho, ahora lo
pienso, e hice una apuesta casi suicida, porque se lo pedí a tres personas que
me importan de verdad, que me importa lo que piensan y sobre todo de las que
estaba segura iban a ser escrupulosas con el espíritu del ejercicio,
manteniendo lo más posible la ecuanimidad, sin alabarme, llamando al pan, pan y
al vino, vino.
Y llegó la sorpresa, ¡¡¡SOY
TRANSPARENTE!!!
De las tres características,
llamémosle “positivas”, no me asombro porque esas las sabes de sobra, las
explotas a tu favor, las divulgas a los cuatro vientos.
Pero de las otras, ¡por favor!,
toda la vida intentando ocultarlas, ¿para qué?, son tan evidentes como si las
llevase con un post-it en la frente, a la vista está porque hubo coincidencias.
Pero también me sorprendió, que
no me sorprendiera ninguna de ellas, todas me encajaban, de ninguna pude decir “No, yo no soy así”.
Y la última de las sorpresas es
que no estoy dolida, con alguna de las cuestiones sé que tengo un problema, y
algo tendré que hacer con ello.
Pero, ¡¡¿de qué me sorprendo?!!,
nunca me he caracterizado por mis dotes de farsante o de misteriosa enigmática,
se me ve venir a distancia.
Así que a esta medusa sólo le queda cambiar lo que le limita, conservar
lo que le sirve y seguir paseándose, disfrutando de esta tranquilizadora
transparencia.
Y menos mal....es una de las cosas positivas de Hortensia, que siempre va de frente y no regala oídos a nadie. Me encanta Hortensia! con sus defectos escritos en un post-it
ResponderEliminar¡Cuánta razón en lo de que llevamos los defectos en un post-it en la frente! Sólo haría falta mirarnos al espejo para verlo, pero chica, en este país vamos cortos, muy cortos de espejos... ;)
ResponderEliminarMe quedo con la última frase... podemos extrapolarla a cualquiera de nosotras, con todos nuestros defectos y todas nuestras virtudes. Es lo que nos hace únicas, no? Tratemos pues de cambiar lo que no nos guste en nosotras mismas y disfrutemos explotando lo que sabemos hacer bien.
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