martes, 2 de octubre de 2012

Quiero darme de baja. Mi amiga Hortensia dice...


Mi amiga Hortensia dice que nunca ha trabajado para una compañía de telefonía móvil.

Como técnico de selección, y como responsable de departamento mi ámbito de trabajo fue siempre otro bien distinto, nunca me pidieron que seleccionara personas para servicios de atención al cliente de compañías de telefonía móvil, quizá por esto, desconozco cuáles son los requisitos que se demandan de estos perfiles.

Sin embargo cuando, apretado por las circunstancias, casi en un callejón sin salida, no te queda más remedio que tomar la decisión, dolorosa por otro lado, de comunicarte con tu compañía de telefonía para anunciarles, con pesar, que quieres darte de baja del servicio, es entonces cuando te planteas, qué destrezas, habilidades, experiencias y conocimientos tienen en cuenta las mentes pensantes de dichas empresas para elaborar los perfiles de los empleados de los servicios de atención al cliente.

Las malas noticias es mejor darlas a bocajarro, sin miramientos y sin paños calientes (teniendo en cuenta que no mantienes una relación personal con la compañía, aunque te haya acompañado en tantos momentos entrañables), y cuando pronuncias la frase “Quiero darme de baja”, esperando una reacción lógica al otro lado de la línea, interesándose por el motivo de tu partida, te encuentras con una persona que parece tener un problema de comprensión verbal (lo cual no es muy probable), o le importa un bledo lo que le estás contando (esto sí es más posible), porque en una maniobra envolvente “pasa” literalmente de ti y te ofrece un cerro de alternativas sobre lo que hacer con tu línea.

O sea, que una de las características básicas de este “perfil tipo” es ser creativo. Ahora entiendo que yo, habiendo contemplado una única posibilidad (léase, darme de baja), se me bloquee la mente con otras tan variopintas como trasladarla a otro domicilio, dársela a un amigo o incluso, ya si te pones, regalársela a una ONG.

No es el caso, no me satisface ninguna de ellas e insisto en irme, pero me encuentro con una tozudez sin límites.

Segunda característica, ser duro de oído o mostrar una habilidad extraordinaria en el “habla chucho que no te escucho”.

Tengo cierta vena aragonesa y a cabezota me gana poca gente. Pero cambia de tercio, ¡qué hábil!, porque ahora me sale con que tengo contrato de permanencia y tengo que pagar “nosecuantos” euros de más, y esgrime: “Tengo la grabación”, pero no me arredro: “Pues mándamela”. Llevo tres días sin salir de casa esperando la grabación como si fuera yo Garganta Profunda y aquello el Watergate.

Tercera característica, ser un desmemoriado o saber tirarse faroles.

Muevo ficha y, aunque me duela (no están los tiempos para tirar los euros ni para regalárselos a quienes ya tienen muchos más que yo), me decido a apearme del burro y me comprometo a pagar la permanencia. Esta vez se ha pasado con las drogas o ahora, sí que sí, tiene un serio problema mental porque la comunicación es imposible, no me hace caso y sigue con su letanía sobre qué podría hacer yo con mi línea…de todo, menos darme de baja.

Cuarta y quizá última característica, anestesia absoluta de empatía con el cliente.

Viendo el perfil, si yo tuviera que seleccionar un candidato y contarle todo esto lo tendría muy difícil, honestamente tendría que contarle que el único objetivo e interés de mi compañía es la permanencia a TODA COSTA del cliente, independientemente de sus gustos, de su interés o de su satisfacción con el servicio, por lo que su único objetivo, como empleado, es dilatar con cualquier excusa (o artimaña si fuera necesario) cuantos más días mejor, para hacer caja, nada de facilitar la tarea y quedar como un señor.

Suerte, para mí y para muchos clientes, que no siempre es así.

Estoy quemando mis últimos cartuchos, se me acaban las opciones antes de entrar en la lista de morosos por negarme a pagar una cuota más de una línea que no quiero. Propondré la creación de una lista tan negra como esa, para las compañías que juegan con nosotros, porque sigo pensando (en mi candidez?) que otra forma de hacer negocios es posible.


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