Mi amiga Hortensia dice que si tenéis hijos adolescentes, tarde o temprano os encontraréis en esta tesitura, la de las terribles decisiones escolares.
Es algo que Hortensia conoce bien, ya que ella ya tuvo que hacerlas en su día, ¿Ciencias o Letras? ¿Mixtas o Puras?. Por descarte, como muchas de las decisiones que tomamos en nuestra vida, sobre todo a esas edades y sin tener muy claro cuál va a ser nuestro futuro , eligió Letras Puras, dejando las Matemáticas aparcadas. Cuando se enfrentó a otra gran decisión, qué carrera escoger, lo tuvo mucho más claro, Psicología, y aquí se encontró con una ingrata sorpresa, a saber: 1 año de Matemáticas, 2 de Estadística, Biología, Fisiología y Neuropsicología. Pero con empeño, esfuerzo y muchísima motivación superó los escollos, algunos incluso con nota.
Hortensia se encuentra con que uno de sus vástagos quiere seguir sus pasos, nunca lo hubiera imaginado y es que, los hijos nunca paran de sorprenderte. Y aquí estamos a punto de tomar una decisión importante de la vida.
Como la educación pública, en eso funciona muy bien, pues en el instituto de la hija de Hortensia ya les están preparando para tomarla. Cada vez que tienen tutoría, aprovechan para sondearles sobre qué es lo que van a hacer, si seguirán o no estudiando y si es así, qué bachillerato escogerán.
La tutora de la hija de Hortensia es su profesora de Física y Química, una mujer muy próxima a los chicos, que les impone bastante disciplina, pero que les deja expresarse y les escucha, y a la que tienen en bastante estima. Pero, en este tema de la terrible elección, creo que ha patinado y se ha dejado llevar por un entusiasmo mal entendido y por un concepto de la vida, del éxito profesional y del aprendizaje un poco maniqueo.
La tutora, firme defensora del bachillerato de ciencias (como no podía ser de otra manera), se dedicó a hacer apología del mismo con un ardor y pasión propios de tan importante tema, por lo que esperaba que después de tan encendido y entusiasta discurso todos, sin excepción, escogieran con los ojos cerrados la opción que ella defendía. Cuál fue su sorpresa cuando se encontró que había varios díscolos, entre ellos, la hija de Hortensia, que preferían escoger otras opciones (Humanidades, Ciencias Sociales, etc.), las cuáles eran, según ella, una bonita forma de hundirse la vida. Cuanto más insistía la tutora, más se pertrechaba “el grupo rebelde” en sus posiciones iniciales, y ante la imposibilidad de convencerlos, los dejó por imposible. Aún así, les dijo que explicasen todo esto a los padres, sobre todo a las madres, que como la mayoría era de Humanidades, necesitaban que se lo explicasen muy claramente y con todo detalle.
¡¡Pobre Hortensia, más hundida que el Titanic, y sin saberlo!!, no sólo tenía que afrontar que su vida había sido un completo y absoluto fracaso, si no que además tenía dificultades de comprensión y entendimiento. ¿De qué habían servido 4 años de bachillerato, 5 años de carrera y más de 12 de profesión?, de nada, solo había sido un mero espejismo, y todo, por una pésima decisión juvenil.
Sólo se le ocurría una solución, poner a funcionar el “giroscopio temporal”, hacer retroceder el tiempo hasta los 15 años y entonces escoger, pero esta vez, escoger bien, con tino, con conocimiento de causa, con mentalidad de triunfadora, no sólo para conseguir una vida llena, más bien plagadita, de éxitos profesionales, con una profesión de futuro, sin altibajos, sin crisis, siempre hacia arriba, “hasta el infinito y más allá”, si no también, para lograr un funcionamiento cerebral más o menos decente que le permitiera entender ciertas complejidades.
Hortensia, lejos de ofenderse, se sonríe, ella es así y aunque opina que la tutora de su hija ha estado bastante torpe afrontando este cometido suyo, sigue apostando por ella y en el balance final, le parece “una buena tipa”, siempre que no se entusiasme demasiado y en el fragor, pierda las formas, los papeles y el sentido del ridículo.
Y espera que no vierta estas opiniones tan controvertidas delante de sus compañeros de claustro, sobre todo de los que imparten Historia, Literatura, Lengua, Arte, Latín, Griego y otras que tanto aportan al ser humano y que le hacen grande y especial, porque a lo mejor, o a lo peor, no se lo toman tan bien como Hortensia.
Ayer mismo veía un capítulo de "Bones" en el que una de las protagonistas quiere "ayudar" a decidir a su hija en qué universidad privada y cara va a invertir su tiempo. Y la chica decide seguir al novio a una pública y desconocida. La protagonista se da cuenta de que debe ayudar y apoyar a su hija en su decisión (pero por detrás, prepara las cartas de solicitud para sus preferidas universidades privadas. Sólo por si acaso).
ResponderEliminarLos experimentos deben hacerse con Casera, pero a veces ay que hacerlas con dinamita y ... tener mucha precaución.