viernes, 16 de diciembre de 2011

Monster High. Mi amiga Hortensia dice...


Mi amiga Hortensia dice que como todas las Navidades hay un juguete estrella, y parece ser que el de estas es la serie de muñecas Monster High.

Hace tiempo que desistí de intentar comprender porqué a nuestras pequeñas y no tan pequeñas (imagino que a algún pequeñuelo también, por esto de no marcar tendencias sexistas), les encanta este tipo de muñeca con cuerpo de fideo y cabeza de coco, por no hablar del maquillaje “titanlux”, los pelos de colorines y la vestimenta sugerente (no, ésta no es la palabra, pero la que se me ocurre prefiero no escribirla). Si estas fuesen reales no se sostendrían de pie ni medio minuto, porque con semejante perímetro craneal y con los pies de china del siglo XIV, acabarían en el suelo sí o sí, claro que el moratón no se distinguiría dada la capa de sombra de ojos tan espectacular que lucen.

Pero como a los padres cuando hacen de Magos se les suelta un tornillo, y a los tíos, dos, ahí me fui yo en busca de la susodicha Poligonera Crepuscular.

¡La primera en la frente!, Inocente, me voy a la tienda, a una hora prudencial y me encamino dignamente hacia la estantería donde se encuentra todo lo relacionado con las Cabezonas Monstruosas (no lo digo porque sean horribles, que también, pero es que son hijas de monstruos), y a la dependienta casi le da una apoplejía de la risa cuando le pregunto por la muñeca dichosa, y me dice: “Uy, señora (aggg, ¡qué mal me sienta!) las sacamos a las 9 y a los 3 minutos se han agotado”.
Me voy cabizbaja y empiezo a pergeñar un plan alternativo. Se me ocurre preguntar en todas las pequeñas tiendas, donde seguro que a nadie se le ocurriría buscar. Cierto, porque en esas tiendas no tienen, ni intención de tener, el dichoso juguete.

Para comprar una muñeca de estas hay que hacer un máster, empaparse del catálogo en el que vienen todas y cada una de ellas con sus características personales (¿?¡!), porque entre ellas, como en la vida misma, están las de primera y las de segunda categoría, o sea, las que quieren TODAS las niñas, y las que no quiere ninguna, salvo alguna despistada, y que están para rellenar.

Y como a cabezona (bonito juego de palabras) no me gana nadie, lo intento al día siguiente, me voy muy temprano, para estar la primera, pero ya hay gente esperando en la puerta. Lo que me cuentan me pone los pelos de punta porque no me he traído las deportivas, ni los nunchacos. Hago un diagnóstico preliminar: una abuela (va, con esta puedo), una joven de mi edad (aquí las fuerzas están más compensadas), una joven auténtica (a ésta no la gano ni queriendo), un muchacho (perdido), y dos señoras que como hacen equipo nada de nada, pero me mantengo fuerte y no me vengo abajo.

Nos preparamos. Delante tenemos a un guardia de seguridad que está alucinando y al que intentamos convencer para que nos deje pasar antes, pero no quiere ingresar en el INEM (con todos los que somos y lo bien acompañado que iba a estar), mentalmente diseño la estrategia: pasillo 1, dos viales, izquierda, un vial, derecha y OBJETIVO.
Se da el pistoletazo de salida y salgo como el mismísimo Usain Bolt, pero la abuela, ¡qué astuta!, viendo que el camino estaba atascado vira rápidamente, coge un atajo y llega la primera, jaja, pero yo soy más alta que ella y llego a la estantería, ella no, y alcanzo una caja, y otra, y otra….y se me caen encima tres que aguanto como puedo. Satisfecha, miro las muñecas y digo: "¡Pero, esto qué es, si no hay ninguna de las que quiero!, ¿cuántas Monstruitas de estas hay?". Intento negociar con el de al lado, pero no hay ninguna de las que necesito, los listillos del centro comercial sólo han sacado a la venta las de relleno. Tanto esfuerzo para nada.

Mi querida sobrina se tendrá que conformar con la Cabezona de segunda fila.

Se la enseño a mi hija, la mira arrobada y comenta: “¡qué mona, mamá!.
La miro espantada y  le digo: “Ni lo sueñes, si quieres, coges una de las otras Cabezonas que ya tienes y te la tuneas”.

lunes, 12 de diciembre de 2011

Colegio Europa, Angelita y Nicolasete. Mi amiga Hortensia dice...


Mi amiga Hortensia dice que corren malos tiempos para el Colegio Europa, se acercan los exámenes de calificación, las deudas les aprietan y el prestigio, que en otros tiempos, estaba fuera de toda duda, ahora parece que se pone en entredicho.

El Colegio Europa es un colegio especial, dividido en clases, aulas, cada una de ellas con un representante o delegado elegido democráticamente, antes se presentaban por su cuenta a las distintas pruebas, cada una de ellas con mayor o menor acierto.
Un buen día decidieron hacerlo todos juntos, como colegio, aunando esfuerzos, es más, incluso decidieron hacer los pagos mediante una cuenta común (en esto, no se pusieron todos de acuerdo, por lo que algunas clases siguen teniendo su cuenta propia y hacen sus pagos al margen del resto).

Como he dicho, cada clase tiene su delegado que desempeña múltiples tareas, además de ser el responsable del aprovechamiento, calificaciones y méritos de sus representados. Los directivos del colegio, viendo que algunas de las aulas empezaban a acumular mayor poder que otras, para equilibrar, decidieron que el Consejo Escolar estuviese dirigido por miembros de clases menos predominantes, como José Manuelito, de la clase P, que está pasando por serios apuros, o el pequeño Herman (de apellido impronunciable y cabello ingobernable), de la B2.

Así de esta manera, el aula A, tiene como delegada a Angelita una niña seria, responsable, trabajadora y previsora, de carácter adusto, firme y obstinado, bastante marimandona, que dirige su clase con mano firme y siempre preocupada por alcanzar las más altas cotas de rendimiento.

El aula F, manejada por el pequeño Nicolás, muy amigo de Angelita, tiene muy claras las ventajas de acercarse al ascua que más calienta, ya que él sabe que llegará lejos (la altura no sólo se mide en centímetros). Nicolasete se maneja bien socialmente (mejor que Angelita que, para su gusto, resulta un poco intransigente y cuadriculada), por lo que le toca a él, templar  los ánimos, andar dando una de cal y otra de arena, ser en definitiva, el diplomático. Angelita piensa que a Nicolás le pierde, a veces, un cierto sentimentalismo mediterráneo.

De vez en cuando, viene un alumno de intercambio, de un colegio que está allende los mares, es todo un bombón, a Angelita se le llevan los demonios cuando ve babeando a la muchachada al paso del pequeño Barakito (¡vaya nombre!), además de esto, el muy…se permite el lujo de darles lecciones de cómo hacer las cosas bien, ya podría hacer caso de sus propios consejos porque tiene su clase patas arriba, claro que no todo es culpa suya, gran parte se lo dejó en herencia el anterior delegado, un niño con cara de viejo, Jorgito, un bravucón que andaba siempre a la greña, el rey del patio, el de “estás conmigo o contra mí”, que cuando venía al Colegio Europa no paraba de amenazar al que le hacía frente.

Algunas de las clases están pasando por serias dificultades, su falta de previsión, de organización, en definitiva y en palabras de Angelita de trabajo duro, de sacrificio y de pensar en el bien común, han llevado a todos a una situación al borde del colapso, a poner en entredicho tantos y tantos años de prestigio y buenas calificaciones conseguidos a base de esfuerzo. Así que es hora de que cada uno cumpla con lo que tiene asignado y haga su parte, no es “justo” que siempre los mismos les saquen las castañas del fuego a los que se dedican a vivir el presente sin pensar en las consecuencias.
Cuando Nicolasete ve dispararse así a Angelita se echa a temblar, ya que pone en peligro toda su ardua labor de guardar ciertas formas para preservar la unión.
Y es que Angelita no se anda con medias tintas.

Pero algunas voces empiezan a alzarse (tímidamente, sin mucha fuerza)….Angelita no está en posesión de la verdad, y aunque así fuera, no tiene derecho a imponer su voluntad a todos.

El caso es que las cosas están revueltas en el Colegio Europa que tiene muchos más protagonistas….(Continuará).

lunes, 5 de diciembre de 2011

Claves para una entrevista perfecta. Mi amiga Hortensia dice...


Mi amiga Hortensia dice que muchos la preguntaron cómo hacer una entrevista perfecta.

Consejos, trucos, recomendaciones, hay miles, circulando por todos los sitios, todo el mundo sabe lo que hay que hacer y lo que nunca, nunca en la vida debes, y lo que gusta y lo que no, y lo que resulta sorprendente y lo que le funcionó a un primo hermano, que por cierto ahora está “forrao”. Algunos son buenos, otros son de cajón, otros son (mil perdones) una estupidez y otros pseudo-psicológicos de los que  prefiero no hablar.

Como antes de rechazar nada hay que probar, me decidí a investigar todas las metodologías. Primero, me pasé un borrador por la cabeza y me quité de encima mis conocimientos previos en la materia (como entrevistadora y seleccionadora de personal). Segundo, hice un repaso de todos esos consejos tan bien intencionados, como ser puntual, ir aseada, limpia y adecuadamente vestida. Tercero, me metí de lleno en prepararme preguntas capciosas, como las de los defectos y virtudes, lo mejor y peor de tus anteriores trabajos, si pudieras qué hubieras cambiado de ellos. Cuarto, consulté mis apuntes de psicología proyectiva porque ví que en una entrevista a alguien le habían preguntado con qué objeto se identificaba (¿?). Quinto, me pasé toda una tarde ensayando posturitas y gestos en el espejo, nada de piernas ni brazos cruzados, mirar a los ojos sin agobiar, postura relajada pero firme. Sexto, hice gárgaras para modular la voz y Séptimo me empapé de información sobre la empresa contratante, consulté su web y otras muchas sobre su tipología de empleado. Obvié aquellos que me invitaban al fraude, como el “engorde” o “adelgazamiento” del curriculum, o a mentir descaradamente en la entrevista.

Y antes del gran día, hice, por supuesto, un ensayo general….y menos mal, porque parecía más una actriz venida a menos que una aspirante a un puesto de trabajo.

De esta profesión, resulta sorprendente, todo el mundo se atreve a hablar, parece que el intrusismo, la falta de rigor y de cualificación apropiada están a la orden del día. Más sorprendente cuando no encuentras por ahí nadie que hable con esa ligereza sobre cómo levantar un edificio, poner en marcha una central nuclear, hacer la fontanería del cuarto de baño o llevar a cabo una operación de apendicitis.

De aquella experiencia saque mis propias conclusiones, dicho está que como me había pasado el borrador por la cabeza no tenía ya ningún conocimiento previo al respecto.

La primera, utiliza el sentido común: llegar puntual es un signo de respeto en cualquier circunstancia y con cualquiera, al igual que avisar si has tenido un percance y no puedes estar a tu hora. El aseo personal es una norma básica de urbanidad, que algunos desconocen, cierto, pero no por ello es menos importante, y respecto a la ropa, sólo hay que tener en cuenta que no vas a una fiesta playera, ni a una boda, y escoger lo apropiado, sin perder tu estilo personal.
La segunda, sé tú mismo, y si puedes mejorar, mejora. Si tu curriculum no te convence, invierte tu tiempo en pedir consejo profesional para mejorarlo, al igual que tu discurso o las experiencias sobre los que debes hacer hincapié, eso te dará confianza y seguridad.
La tercera, nadie te garantiza el éxito, pero puedes hacer de una entrevista tu mejor carta de presentación, si la despojas de artificios.
La cuarta, si alguna pregunta te incomoda, o no la entiendes, dilo, con educación y cortesía se puede.
La quinta, buscar información sobre la empresa que oferta es conveniente, pero no quiere decir que te asimiles a sus prototipos.

Y por último, libérate de complejos, respira hondo…y a por todas, porque la persona que tienes enfrente es una persona como tú, hace su trabajo y no está en sus prioridades hundirte la vida.

miércoles, 23 de noviembre de 2011

Soy una romántica. Mi amiga Hortensia dice...


Mi amiga Hortensia dice que es una romántica, es sentimental y soñadora, pero que no está de moda, no tiene mucho prestigio y se teme que está en peligro de extinción. También parece que está poco considerado ser un idealista, optimista, pensar en positivo y no abusar de la queja, si no es para buscar soluciones o  para pedir ayuda.

Me veo como una de esas locuelas con el embudo en la cabeza, la camisa de fuerza y espantando moscas, porque los cuerdos son los demás, los del ceño en la frente, los del impenitente gris marengo tirando a negro, los de “todo está mal y a peor va a ir”, los realistas, los de “esto no lo arregla nadie”. Y lo peor de todo, el perpetuo descontento, para llenarse la boca de sapos y culebras, ¿qué morbo, no?.

Yo propuse un objetivo y me llamaron soñadora, porque era propio de un mundo mejor, y propuse buscar la excelencia y me dijeron que la palabra era oportuna u oportunista según se mirase (¿?), como si la excelencia fuese alcanzable por unos pocos, como si fuese elitista. La excelencia está en todos y cada uno de nosotros, no es un concepto global (no para mí), somos excelentes en un momento y podemos seguir intentándolo más tarde en otra faceta de nuestra vida en la que tengamos mucho que aprender.

Pero no me hagáis caso, porque son sólo sueños….nunca he conocido nadie que merezca la pena, ni he trabajado nunca en una empresa que apostara seriamente por el trabajo en equipo, ni nunca tuve jefes (varios, quiero decir ninguno) que me considerasen una colaboradora no un trozo de carne, ni compañeros que no les interesase medrar a toda costa o a mi costa, ni amigos que permaneciesen, ni familia que no fuese un mero adorno navideño, ni nunca conocí a una persona (hace más de 20 años) que un día quiso estar a mi lado, manteniéndose todavía y, por si fuera poco, nunca conocí a ocho maravillosas magníficas que me sacudiesen el desaliento y las ganas de abandonar a través del medio más inhumano.

Aunque loca, no ciega, y veo la grosería, la mala educación (como la del autobusero de ayer al que tuve que poner en su sitio, “lo cortés no quita lo valiente”), la mezquindad, la arrogancia, y aunque sé que hay gente que simple y llanamente es mala persona, sigo pensando que son excepciones, no la regla.

Pero vuelvo a deciros, no soy de fiar.

A veces sufro un ataque de “cordura” y entonces mi frente se arruga más que ninguna, no considero el marengo sólo el azabache, y de mi boca salen batracios y reptiles inmensos, veo la realidad como parece que es, pero en eso llega el cómico que tengo en casa (él no lo sabe) y me confiesa que él de pequeño (más todavía!!??) quería votar a Spiderman (el Domingo estuve buscando la candidatura pero no la encontré), o que el agua que más le gusta es la del Everest (léase Lanjarón) o qué es eso del Portón de Belén….y me tengo que reir.

No tengo remedio soy….una Loca de atar.

martes, 15 de noviembre de 2011

Diccionario económico. Mi amiga Hortensia dice...

Mi amiga Hortensia dice que todos los días escucha en los telediarios noticias económicas inquietantes plagadas de términos desconocidos hasta ahora que, a fuerza de oírlos todos los días, se han vuelto cotidianos pero no menos extraños.

Uno intenta darles sentido, por el contexto, literalmente, pero se puede encontrar con un galimatías que lejos de aclararle qué está pasando con la economía mundial, piense que está jugando al “teléfono escacharrado” o algún otro juego de mensajes inconexos y sin sentido.

Algo así como esto:

Prima de riesgo: la hija de una hermana de mi madre, que siempre tuvo un comportamiento imprudente y temerario. Sin embargo, nunca creí que tuviese tanta repercusión pública como para saltar a la palestra de la Economía y la Política planetaria, ni que fuera cuantificable, lo cual me hace pensar que debe tratarse de otra cosa.

Operación en corto: intervención quirúrgica que no requiere hospitalización, utilizándose para ello anestesia local o sedación suave. Últimamente están en el punto de mira de algunos gobiernos por amenazantes y especulativas y porque parece que ponen en serio riesgo la credibilidad en la fortaleza económica de un país. Creía que estas intervenciones quirúrgicas eran menos costosas, menos invasivas y por lo tanto, más recomendables en todos los aspectos.

Agencia de calificación: ¡ah, esto es fácil!, firma o compañía que evalúa y gradúa, NM (Necesita Mejorar), PA (Progresa Adecuadamente), o lo de toda la vida, Insuficiente, Suficiente, Bien, Notable, Sobresaliente y Matrícula de Honor. Pero me han dicho que estas compañías además de calificar también invertían, o sea ¿que eran juez y parte?, ¿no habrá cierto conflicto de intereses?. Me temo que debo estar mal informada, porque si no ¿cómo podrían los estados soberanos haber permitido esta farsa?.

Rescate: liberación mediante pago o por la fuerza de algo que estaba en poder ajeno, o bien liberación de un peligro.  Parece ser que en este caso se aúnan las dos definiciones ya que se libera del peligro de la bancarrota, y se hace mediante un pago. Espero que la policía atrape pronto a los secuestradores.

Activos tóxicos: ¡¡lo sé, lo sé!!, los que se encuentran en la central nuclear de Fukushima, no?. Pero….¿qué tienen que ver con la caída de Lehman Brothers?.

Hipotecas basura: las que dieron sabiendo que no podrías pagar. Antes no importaba porque había confianza, ahora sí porque no hay dinero.

Y luego, muchas clases de bancos: bancos de depósito, bancos de inversión, bancos centrales nacionales, bancos centrales trans-nacionales, bancos mundiales….y todos ellos sin un chavo por lo que se ve.

Me da vueltas la cabeza, no entiendo nada de nada, creo que tendré que repasar todos estos conceptos con un buen diccionario económico.
Pero entonces, mi hija me hace un regalo, sin interés, sin prima de riesgo, sin calificarme previamente, es la frase de un político norteamericano:

Pienso que las instituciones bancarias son mas peligrosas para nuestras libertades que ejércitos enteros listos para el combate. Si el pueblo americano permite un día que los bancos privados controlen su moneda, los bancos y todas las instituciones que florearán en torno a los bancos, privaran a la gente de toda posesión, primero por medio de la inflación, enseguida por la recesión, hasta el día en que sus hijos se despertaran sin casa y sin techo, sobre la tierra que sus padres conquistaron.”
THOMAS JEFFERSON, 1802.

Y una pregunta me ronda la cabeza ¿Cómo ha sido esto posible?.

miércoles, 9 de noviembre de 2011

El entrenador. Mi amiga Hortensia dice...

Mi amiga Hortensia dice que en un país de más de treinta millones de “entrenadores de futbol” (dicho por expertos, los españoles somos los mejores entrenadores aficionados, y si no, no hay más que ver las lecciones, recomendaciones y arengas que cada semana damos a los profesionales del sector en las tertulias post-partido), al Club Deportivo Santa Eugenia le ha tocado el más patoso de todos.

Mi pequeñín se prepara los partidos como si de la final de la Champions se tratase, y nosotros somos, sin duda, la mejor afición de todas las de la liguilla, lo cual no quita para que tengamos ojos en la cara, y la pasión de padres no nos nuble el entendimiento, porque hay que reconocer (dolorosamente), que nuestros pimpollos, más que un equipo de futbol, parecen una panda de pollos descabezados cuando salen al terreno de juego. La estrategia, las posiciones y la técnica les duran diez minutos, con suerte, luego se olvidan y pasan a modo “pachanga”, todos van a por el balón, hacen 60 regates antes de pasarla a un compañero, se estorban unos a otros porque están todos en el centro del campo, en fin, que cuando meten un gol, nosotros lo celebramos como si se tratase del mismísimo minuto 116, sinceramente porque no sabemos cómo se ha obrado el milagro.

Y todos nos preguntamos ¿Por qué después de dos años ni avanzan, ni evolucionan, ni aprenden?. Los muchachos no son unos portentos, creo que ninguno de nosotros puede tener serias esperanzas de que su retoño le saque de pobre dedicándose a dar “pataditas a un balón”, pero capacidad de mejora tienen, vamos que ir a peor es más difícil. ¿Será que no le ponen interés, que no les gusta?, por descontado que no, ya que hacen esto porque quieren y además después de los partidos quedan para seguir jugando.
O sea, que si cierta capacidad de mejora tienen, y motivación no les falta, ¿qué falla?...y silenciosamente, volvemos la cabeza todos a una hacia…nuestro E N T R E N A D O R.

Y le vemos ahí, mirando al suelo, entretenido en los partidos escribiendo, apuntando, ¿estrategias, jugadas, recomendaciones?, no, será un libro sobre el lenguaje de las flores porque nunca hace nada con ello.
Este año ha venido un entrenador de porteros, lo cual ha sido bien recibido por todos excepto por nuestro amado trainer que educadamente ha declinado el ofrecimiento, porque el portero ya sabe encajar los goles perfectamente, por el centro, por la escuadra, por arriba, por abajo, de penalti…el muchacho le mira estupefacto y desconsolado ¡el quiere aprender a pararlos!.

Si en algo es experto es en percibir las emociones. Algunas veces nuestros hijos salen a comerse a los rivales, coloquialmente “enchufados”, y entonces, a base de pundonor y ganas, juegan de maravilla. Nuestro entrenador capta el sentir del grupo, que están en pleno “subidón”, detecta cuál es el jugador que cataliza todas estas emociones y entonces….lo cambia, con lo que se vienen abajo como un suflé (¿Será un espía, un agente al servicio de otros clubes?, ya dije en otro post que están por todas partes).

Sus únicas cualidades: una voz potente y buenos principios, aunque se atasca en el medio y se pierde definitivamente en el final.

Yo no sé si es el hombre más torpe del planeta, tiene un serio problema que le incapacita para observar, analizar, comunicarse y aprender, o es que no tiene el más mínimo interés en lo que hace, pero creo que más que potenciar su crecimiento, a los muchachos les está lastrando, y a nosotros impacientando.

Ya sea en la Empresa o en una actividad lúdica, dirigir un equipo tiene una importancia vital para el desarrollo de sus capacidades y para alcanzar su máximo rendimiento, para conducirle a su excelencia. Para hacerlo bien, tenemos que aprender a desarrollar y ejercitar otras capacidades tan importantes que son las que, sin duda, marcan la diferencia.

jueves, 3 de noviembre de 2011

Mapa genético humano. Mi amiga Hortensia dice...

2ª Parte: Los Cromosomas Masculinos

Mi amiga Hortensia dice que siguiendo con los estudios sobre genética de la Universidad Retrograde del estado New Casposian del Norte, le toca hablar de los cromosomas masculinos, a saber:

-          Cromosoma technical o “Black & Decker”: ¡qué hay más masculino que un “chapuzas”!. Venga de donde venga un hombre, el destornillador, la llave inglesa, la taladradora o el martillo y los clavos, es su medio natural. Colocar una lámpara o un cuadro, arreglar un enchufe, pintar o desatascar el fregadero no son misterio para él, pobre del que no sepa hacer algo de esto por una deficiencia genética, tendrá que ir rápidamente a realizar un curso de CCC si no quiere ser la mofa de sus compañeros o la burla de sus “contrarias”.

-          Cromosoma finantial o “El Economista”: Si se siente a gusto haciendo bricolaje, no lo está menos entre números, entre ingresos y gastos, facturas, cuentas bancarias, movimientos monetarios, cambios y domiciliaciones, pequeñas inversiones para tener los ahorrillos a buen recaudo, seguros, y, como no, ya lo dije anteriormente, un estricto control de los “caprichitos”, para evitar despilfarros, que los tiempos no están para fiestas. Nosotras ocupadas en estas tareas tenemos que poner los cinco sentidos para que no nos bailen los números y confundamos el “debe” y el “haber”.

-          Cromosoma “Rey de la selva”: Quizá sea el más primitivo de todos, el más atávico, porque aquí demuestran su fuerza física (mover muebles, trasladar los bultos más pesados) y mental, su estricto control de las emociones y sensiblerías (un hombre nunca llora), amable, cortés pero sin perder la esencia.

-          Cromosoma “Sex-Bomb”: Este cromosoma es el responsable de algunos comportamientos que les juegan muy malas pasadas.

Después de leer con atención el estudio, fui corriendo a buscar mi agenda para ponerme en contacto con todos aquellos amigos y conocidos que creía tenían un fallo en su material genético, le mandé un SMS a mi queridísimo para que con carácter urgente pidiese cita con el médico. Fregar, hacer la compra, cocinar y ocuparse de sus hijos era una tarea tan poco “masculina” que me preocupó que estuviese enfermo, irremisiblemente “dañado”. También pensé en mi amiga Mª Paz que lleva las cuentas de su casa como si de un contable se tratase, haciendo cábalas para llegar a fin de mes con cierto desahogo, y en mi amigo Carlos que es tan mañoso con la aguja, el dedal y la plancha como colocando un baldosín, o en mi hermano que lleva al parque a su hija todos los días, le ayuda con las tareas y hace la cena, e incluso en mi suegra, que tiene una memoria prodigiosa, no sólo se acuerda de todos cumpleaños, sino que se sabe de carrerilla las cotizaciones de bolsa, y tantos, tantos otros.

Al margen de todo esto que tiene más que ver con la educación que con la genética, pienso que el que quiere, puede, puesto que ni siquiera haber recibido una educación poco “igualitaria” es motivo, ni excusa. Muchos, hombres y mujeres, pensamos que compartir es más beneficioso para la convivencia porque minimiza los conflictos y los reproches que suelen producirse cuando uno piensa que da más de lo que recibe.

Así, después de hacer mil pedazos ese absurdo estudio, Hortensia tan “poco femenina” en algunos aspectos, se retrepó en el sillón, al lado de su “poco masculino” queridísimo, contenta por no contar con un mapa genético perfecto.