Desde bien pequeña aprendí a escuchar, era casi la única manera de asistir a las conversaciones de los adultos sin ser "despedida". En mi cuarto, cuando ya estaba sola, analizaba una y otra vez lo que se había dicho y sobre todo, y más importante, cómo se había dicho, qué gestos, tonos de voz, postura y.... lo que se había callado, si estás muy muy atento, se escuchan los silencios. Escuchando aprendí y aprendo más que de ningún otro modo, y observando( me encanta observar hasta las cosas más nimias).
Más tarde todo ésto me sirviría como parte de mi profesión, soy psicóloga, y como parte de mi vida, creo que así vivo cada momento más intensamente, estoy tranquila, miro el futuro con todo el optimismo posible (aunque a veces las circunstancias me lo ponen muy difícil), y me esfuerzo por sacar provecho hasta de los momentos más negativos. Mi realidad es la siguiente: agobiarme, pensar mal, deprimirme, autocompadecerme, en definitiva, ir de víctima, no me produce ni placer, ni beneficio, ni consuelo. Por lo tanto, procuro no hacerlo, salvo en casos excepcionales, porque todos tenemos nuestros días.
Y por éso, escribo este blog, porque quiero compartir con todos vosotros experiencias, conocimientos y consejos para hacernos la vida más fácil, para descubrir que, casi siempre, lo que buscamos está más cerca de nosotros de lo que creemos.
Y como agradecimiento a mis clientas-amigas, ésas que confían en mi desde hace varios meses y me compran productos de AVON, para que tengamos un espacio en el que cambiar opiniones, plantear dudas y consultas sobre cualquier tema, hacer recomendaciones y contar pequeños trucos para estar mejor y, en definitiva, un espacio abierto al diálogo.