viernes, 21 de enero de 2011

Terribles Decisiones. Mi amiga Hortensia dice...

Mi amiga Hortensia dice que si tenéis hijos adolescentes, tarde o temprano os encontraréis en esta tesitura, la de las terribles decisiones escolares.
Es algo que Hortensia conoce bien, ya que ella ya tuvo que hacerlas en su día, ¿Ciencias o Letras? ¿Mixtas o Puras?. Por descarte, como muchas de las decisiones que tomamos en nuestra vida, sobre todo a esas edades y sin tener muy claro cuál va a ser nuestro futuro , eligió Letras Puras, dejando las Matemáticas aparcadas. Cuando se enfrentó a otra gran decisión, qué carrera escoger, lo tuvo mucho más claro, Psicología, y aquí se encontró con una ingrata sorpresa, a saber: 1 año de Matemáticas, 2 de Estadística, Biología, Fisiología y Neuropsicología. Pero con empeño, esfuerzo y muchísima motivación superó los escollos, algunos incluso con nota.

Hortensia se encuentra con que uno de sus vástagos quiere seguir sus pasos, nunca lo hubiera imaginado y es que, los hijos nunca paran de sorprenderte. Y aquí estamos a punto de tomar una decisión importante de la vida.

Como la educación pública, en eso funciona muy bien, pues en el instituto de la hija de Hortensia ya les están preparando para tomarla. Cada vez que tienen tutoría, aprovechan para sondearles sobre qué es lo que van a hacer, si seguirán o no estudiando y si es así, qué bachillerato escogerán.
La tutora de la hija de Hortensia es su profesora de Física y Química, una mujer muy próxima a los chicos, que les impone bastante disciplina, pero que les deja expresarse y les escucha, y a la que tienen en bastante estima. Pero, en este tema de la terrible elección, creo que ha patinado y se ha dejado llevar por un entusiasmo mal entendido y por un concepto de la vida, del éxito profesional y del aprendizaje un poco maniqueo.
La tutora, firme defensora del bachillerato de ciencias (como no podía ser de otra manera), se dedicó a hacer apología del mismo con un ardor y pasión propios de tan importante tema, por lo que esperaba que después de tan encendido y entusiasta discurso todos, sin excepción, escogieran con los ojos cerrados la opción que ella defendía. Cuál fue su sorpresa cuando se encontró que había varios díscolos, entre ellos, la hija de Hortensia, que preferían escoger otras opciones (Humanidades, Ciencias Sociales, etc.), las cuáles eran, según ella, una bonita forma de hundirse la vida. Cuanto más insistía la tutora, más se pertrechaba “el grupo rebelde” en sus posiciones iniciales, y ante la imposibilidad de convencerlos, los dejó por imposible. Aún así, les dijo que explicasen todo esto a los padres, sobre todo a las madres, que como la mayoría era de Humanidades, necesitaban que se lo explicasen muy claramente y con todo detalle.

¡¡Pobre Hortensia, más hundida que el Titanic, y sin saberlo!!, no sólo tenía que afrontar que su vida había sido un completo y absoluto fracaso, si no que además tenía dificultades de comprensión y entendimiento. ¿De qué habían servido 4 años de bachillerato, 5 años de carrera y más de 12 de profesión?, de nada, solo había sido un mero espejismo, y todo, por una pésima decisión juvenil.
Sólo se le ocurría una solución, poner a funcionar el “giroscopio temporal”, hacer retroceder el tiempo hasta los 15 años y entonces escoger, pero esta vez, escoger bien, con tino, con conocimiento de causa, con mentalidad de triunfadora, no sólo para conseguir una vida llena, más bien plagadita, de éxitos profesionales, con una profesión de futuro, sin altibajos, sin crisis, siempre hacia arriba, “hasta el infinito y más allá”, si no también, para lograr un funcionamiento cerebral más o menos decente que le permitiera entender ciertas complejidades.

Hortensia, lejos de ofenderse, se sonríe, ella es así y aunque opina que la tutora de su hija ha estado bastante torpe afrontando este cometido suyo, sigue apostando por ella y en el balance final, le parece “una buena tipa”, siempre que no se entusiasme demasiado y en el fragor, pierda las formas, los papeles y el sentido del ridículo.

Y espera que no vierta estas opiniones tan controvertidas delante de sus compañeros de claustro, sobre todo de los que imparten Historia, Literatura, Lengua, Arte, Latín, Griego y otras que tanto aportan al ser humano y que le hacen grande y especial, porque a lo mejor, o a lo peor, no se lo toman tan bien como Hortensia.

martes, 18 de enero de 2011

Mis Jefes Tóxicos. Mi amiga Hortensia dice...

Tras unos problemillas de salud, vuelve Hotensia, más renovada que nunca, y se quiere acordar de Lourdes, Leo, Pedro, Manolo, Enrique y de alguno más que tanto le enseñaron y que, afortunadamente para ella no se incluyen en ninguna de las categorías abajo descritas.

Mi amiga Hortensia dice que no es su intención hacer una clasificación exhaustiva de jefes tóxicos, simplemente se ha topado con algunos especímenes dignos de los mejores documentales de la 2.
Parece que vamos entendiendo que ser buen jefe no es tarea baladí, que se necesita cierta materia prima, o por lo menos voluntad, intención, formación, capacidad de mejora, porque ser jefe, en sí mismo, es un trabajo, no un título. Es, en muchos casos, la piedra angular, lo que establece la diferencia entre el buen funcionamiento y el excelente, en el mejor de los casos, y en el peor, aquel, del fiasco más absoluto.

Y ésta es la clasificación de Hortensia…

El primero, “El coleguita”, el que va de moderno y enrollado, abierto a sugerencias, le encanta decir “todos somos iguales”, pero esconde una terrible verdad, o varias, que descubres en las primeras reuniones, se asienta sobre dos pilares y los dos exactamente igual de peligrosos, no tiene escrúpulos y se apropia de cualquier idea que le haga ganar puntos ante sus superiores. No va nunca de frente, para este tipo nunca hay intencionalidad de hacer daño (son todo imaginaciones tuyas), ¡con lo majo que es y lo poco que le aprecias!.  El que yo conozco, además le encanta hacer alusiones de lo más grosero a toda mujer con la que se cruza por el pasillo.

“El desequilibrado” ,bastante tiene con aguantarse a sí mismo, así que no le pidamos que dirija un equipo, que saque adelante un proyecto, que tome decisiones coherentes, que permita el desarrollo profesional de los componentes de su grupo. Son personas con serios conflictos personales, son imprevisibles, caóticas en sus actuaciones y, por tanto provocan una fortísima tensión laboral. Suerte tendrás si pasa una temporadita medicado.

“El abúlico”,se deja llevar, toma las decisiones estrictamente imprescindibles, si hay alguna que considere así, puedes hacer millones de sugerencias o propuestas pero no se decidirá por ninguna de ellas, a todas las encuentra su “pero”, y entre “dimes y diretes”, se hace poco y mal. Si tiene la suerte de dar con un grupo que funciona prácticamente solo, todos vivirán estupendamente, manteniéndole informado, para guardar las apariencias, y perfectamente neutralizado.

“El payasete”, es una variedad del abúlico, pero más divertido, su única misión es dar conversación, animar el cotarro, contar algún chistecillo que otro y poco más. Si quieres contar con él para algo importante, olvídate, dáselo resuelto y tira millas.

“El despiadado”, también llamado “capataz”, recién salido de una plantación de algodón esclavista, con látigo incluido, es autoritario y agresivo, todo gira entorno al “ordeno y mando”, y suele rodearse de una cohorte de sumisos seguidores que ejecutan sin rechistar cualquiera de sus órdenes, si estás dentro de su círculo de confianza te beneficias de algún que otro trato de favor, si no, estás literalmente jodido.

Y por último, “El psicópata”, con diferencia el más tóxico de todos, porque aunque, aparentemente se parece mucho al despiadado , le diferencia algo que le hace tremendamente peligroso, no empatiza con nadie ni siente remordimientos, es decir, se relaciona con las personas como si fuesen objetos. Sigue su propio código de comportamiento, cuando quiere conseguir algo, lo consigue, aunque para ello tenga que establecer un auténtico cortejo, y después, una vez conseguido, pasa a otra cosa. Se propone unos objetivos que tiene que cumplir y los medios que utilice son indiferentes (buenos o malos, cortejando o humillando, sobornando o insultando), da igual, tú NO eres una persona. Pero siempre, siempre, el que sufre un jefe así, paga un precio, lamentablemente.

Algunos de dichos especímenes son más dañinos que otros, pero todos provocan malestar, desconfianza, enfrentamientos, celos profesionales, competitividad malsana, apatía, estrés, ansiedad…la lista es interminable tanto como el mal que pueden llegar a provocar. Y es paradójico lo poco que importa a las organizaciones en las que están, a tenor de las escasas o nulas medidas que se toman al respecto, es más, siempre es el MAL MENOR.

sábado, 18 de diciembre de 2010

El Deseo. Mi amiga Hortensia dice...

Mi amiga Hortensia dice que se acercan las temidas Navidades, ¿temidas, por qué?, le pregunto yo, y como si hubiese destapado la caja de los truenos me espeta a la cara:
Porque comemos y bebemos más de lo que debemos, porque compramos y gastamos más de lo que nos podemos permitir, porque tenemos la obligación de divertirnos con fecha fija, porque nos quejamos de la reuniones familiares y no las apreciamos en lo que valen, porque lo hacemos por compromiso, no porque queremos hacerlo, porque es hora de hacer balance y siempre me sale negativo, y lo peor de lo peor, porque siempre caigo en la trampa de proponerme hacer un montón de cosas que no superan el 15 de enero.
Visto de esa manera el panorama es negrísimo, pero….y si, por un momento, ¿nos planteásemos hacer todo lo contrario?
Lo de la bebida lo tengo fácil, hace ya unos cuantos años que casi ni una copa de cava, la comida, bueno, tengo que confesar que soy un poco glotona.
Este año, Paz y Amor, regalitos los justos  y es que obligado te veas.
Me divierto cuando surge, cuando toca, sea 15 de marzo, 8 de junio o 7 de octubre, claro que me apetece pasar un rato agradable esa noche y todas, pero hay veces que no sale y si te empeñas, todavía es peor.
¿Reunirme con la familia?, pues, aunque cada vez “pinta” más decir que lo odias, a mi cada vez me apetece más, porque sé que alguna vez lo echaré de menos.
En cuanto a lo del balance, seguro que nuestro análisis final del año está muy determinado por los últimos acontecimientos, si son positivos, será más benévolo que si son negativos, además qué más da, aprender de lo errores está bien pero ¿por qué regodearse en ellos?. Y mira, este año me voy a proponer sólo aquello que pueda cumplir, o sea, de momento, NADA.
Mi secreto está en no depositar muchas expectativas en los momentos que se avecinan, porque conflictos, roces, percances, imprevistos, pueden surgir, independientemente de la fecha que sea, y fastidian igual.
Cómo salgamos o entremos en el siguiente año no nos cubre de un manto de buena o mala suerte, no nos estigmatiza para los siguientes 365 días que quedan por transcurrir, porque las situaciones evolucionan, las construimos cada día, algunas cosas mejorarán y otras claramente, empeorarán.
Pienso que mi futuro está por escribir y yo tengo papel y boli.
Mi deseo para el nuevo año, pues…ninguno y muchos, ya irán tomando forma, no tengo prisa, ahora mi objetivo es, pasarlo bien, disfrutar y sobre todo, como dice el lema reir acompañado y no llorar solo.

viernes, 3 de diciembre de 2010

3 Defectos, 3 Virtudes. Mi amiga Hortensia dice...

Mi amiga Hortensia dice que si en una entrevista de trabajo te pidieran que dijeses tus 3 principales virtudes y tus 3 principales defectos ¿qué contestarías?.
Difícil decisión, como siempre de una pregunta salen miles,
¿en serio, hay alguien, hoy en día, que sigue haciendo esta chorrada de pregunta?, ¿qué respuesta pretende encontrar?
Se me ocurren varias formas de contestarla, pero tengo que sopesar muy bien lo que me juego, es la primera entrevista que tengo en mucho tiempo, por lo que me planteo:
¿hago gala de mi “fina ironía” y le hago ver, sutilmente, que es una pregunta muy poco original, que hace tiempo que perdió su único sentido (el sorprender), que a veces, es más que capciosa, por lo tanto poco respetuosa, que, aunque se haga con toda la franqueza, lo que para unas empresas es un defecto para otras es una virtud?,
o
¿no me complico, me sumerjo en la red y me preparo la respuesta perfecta?.

Mientras decido mi estrategia, pienso seriamente en mis 3 virtudes y 3 defectos, me va a ser difícil, porque tengo de unas y de otros mucho más de 3, pero lo intentaré.

De momento, descarto aquellos que son físicos o íntimamente personales, tanto unos como otros, aunque influyan en mi trabajo porque yo soy una y voy en un pack, a nadie le interesan y menos a personas a las que no conozco de nada.

Así que me centro en mi actuación profesional y se me ocurren 3:
-         Tengo una edad, quiero decir una gran edad, paso de los 45, he trabajado en varias empresas, unas pequeñas y otras multinacionales, he estado arriba y abajo. Pero, ¿esto es un defecto o una virtud?
-        Tengo criterio propio. Pero, ¿esto es un defecto o una virtud?
-        Tengo clara mi prioridad, trabajo para vivir, no vivo para trabajar. Pero, ¿esto es un defecto o una virtud?

Sumida en este mar de dudas, espero que en una entrevista jamás me hagan esta pregunta, porque si me la hicieran me gustaría responder:

Sí tengo 3 grandes virtudes:
-         Una gran edad, por lo tanto experiencia vital y profesional, soy adaptable, no tengo complejos para aprender de otros aunque sean más jóvenes, pero yo también puedo enseñar algo a los demás. Valoro las oportunidades, porque no tengo muchas. Soy madura y responsable.
-         Criterio propio, no me dejo embaucar por modas y tendencias, personalizo el trabajo enfocándolo a conseguir los objetivos de mi empresa. Y si mi estrategia está equivocada la analizo y busco alternativas.
-         Trabajo para vivir, me entusiasma lo que hago, me dedico al 100% y por tanto no me enredo en malos rollos, cotilleos y en estrategias para dilatar y perder el tiempo, sólo para que “me vean”. Me gusta el buen ambiente de trabajo, la colaboración y la cooperación porque creo que da mejores resultados que la falta de escrúpulos, y la desmedida ambición y competitividad.

Y Sí, tengo más de 3 grandes defectos, pero no voy a ser yo la que me ponga la soga al cuello.

domingo, 28 de noviembre de 2010

El tiempo es Agua. Mi amiga Hortensia dice...

Mi amiga Hortensia dice que para ella el tiempo es agua, que en muchas ocasiones, se la escapa de las manos, y es que, pese a que es de lo poquito que la vida nos da por igual a todos, tiene la sensación de que a otros les cunde más que a ella.
24 horas, ¡se dice pronto!, 8 para dormir, lo acorto, 7, menos no, que me conozco y luego estoy hecha unos zorros, me quedan…17, que tengo que invertir en comer, ducharme, transportarme, trabajar…demasiado o demasiado poco dependiendo de tantas cosas, de cómo me organice, de los imprevistos, de las interrupciones, de la suerte. Algunos de estos factores son incontrolables, pero otros no, y como soy práctica me centro en ellos.

¿Qué puedo hacer yo para no andar siempre como las locas, apagando fuegos, dejando las tareas a medias y al final del día cansada y frustrada por haber hecho poco, mal y tarde?

Además hay que luchar contra una idea que pretende filtrarse en nuestra vida: Cuanto más atareados estamos más importantes somos, o más éxito tenemos, y de ahí viene la segunda gran pregunta que me tengo que hacer y, a ser posible, contestarla con absoluta sinceridad:

¿Quiero de verdad que me “sobre” tiempo?

Porque de esta pregunta se derivan otras como:
¿qué hago con el tiempo que “me sobra”?
¿sé hacer otras cosas además de mantenerme “ocupada” todo el día?
¿está mal visto socialmente no decir “no tengo tiempo para nada”?

Pues si paso de las convenciones sociales y del arquetipo  de “mujersúperprofesionalmadredefamiliayparejasexualmenteactiva”, pues casi sí, prefiero que me sobre tiempo.

Lo primero: ORGANIZACIÓN
-         Lista exhaustiva de todas las tareas que tengo que hacer, de aquí incluso puedo aglutinar más de una, o eliminarla o dejarla para más adelante (si no es ni urgente ni importante).
-        Tengo mi lista definitiva y ahora las priorizo, por orden de importancia y de urgencia (+ Importante + Urgente, la 1ª, + Importante – Urgente, la 2ª, - Importante + Urgente, la 3ª….).
-        Determino el tiempo que me va a llevar cada una de ellas, aproximadamente, de ahí se deduce que algunas que llevarán poquito tiempo las podré meter de rondón entre otras de más envergadura.
-        Todas las llamadas de teléfono y los correos que tenga que mandar puedo hacerlos al mismo tiempo, se refiere a los que tenga planificados. Entonces determino mis “tiempos telefónicos” y mis “tiempos de e-mails”. El resto tendré que ir solventándolos sobre la marcha.
-        Mi tiempo no debe estar del todo planificado, entre un 50% o un 60% es suficiente, el resto son tareas que van surgiendo.
Todo lo APUNTO, así:
-         Me centro en lo que estoy haciendo en ese momento.
-          No me olvidó de nada importante.
-          Si se me ocurren ideas, o formas de llevar acabo mejor las cosas puedo tenerlas en cuenta para otra vez.

Y como todo, si quiero, lo hago y soy constante seguro que surte efecto, fórmulas mágicas no hay.

Y, por último, lo IMPORTANTE, ¿Qué hago con el tiempo que me sobra?.

lunes, 22 de noviembre de 2010

Mi peor enemigo soy YO. Mi amiga Hortensia dice...

Mi amiga Hortensia dice que, en el equipo de futbol de su hijo, hay un padre que pertenece a “la junta directiva” al que le llaman “El Malas Noticias”. Cierto que el hombre, últimamente, es el elegido para comunicar al resto de padres todas las “pésimas nuevas” que les está deparando esta, recién estrenada, temporada. Y, de un tiempo a esta parte, cada vez que le ven aparecer, huyen despavoridos y le evitan de manera descarada.
Cualquiera en su caso haría lo mismo si viera acercarse a alguien de semejante guisa: titubeante, con las manos en los bolsillos, la cabeza gacha, los ojos taladrando el suelo, y sus hombros soportando el peso del mundo. Pero, le das una oportunidad, hablas con él y es encantador, correcto, educado, conciliador, escucha antes de lanzarse a decir cualquier sandez, vamos una joya, en el buen sentido, y sin embargo….ÉL es su peor enemigo.

¿Te imaginas ir a una entrevista de trabajo, una presentación en público, o a vender de esa manera? O el entrevistador es tu primo hermano, el público está abducido o tienes un comprador con una fiebre compulsiva incontrolable, o no te comes un colín.

No todos somos “animales escénicos”, tampoco el mundo está preparado para ello, pero tenemos que jugar con nuestras cartas, conocer nuestras debilidades para superarlas o, como mal menor, maquillarlas y conocer nuestras fortalezas para potenciarlas.

Lo primero es hacer un ejercicio de reflexión y examen interior:
-          ¿Qué partes de mi gestualidad o posición corporal están bien y cuáles puedo mejorar?. No te de vergüenza, mírate al espejo.
-          Teniendo en cuenta mi objetivo, ¿Con qué habilidades cuento y con cuáles no?.
-          ¿Qué es lo que les resulta a los demás agradable de mi?. Te sorprenderá que hay ciertos detalles en los que hay bastante gente que se pone de acuerdo (por ejemplo, pueden pensar que tienes una bonita sonrisa, UTILÍZALA).
-          Y lo contrario, ¿qué es lo que les desagrada? (espero que no te quedes sin amigos, no te enfades, es preferible que no hagas esta pregunta si no vas a poder con la respuesta, aunque puedes perderte una información muy valiosa).

Una vez obtenida la lista, habrá cosas más sencillas de obtener o mejorar que otras, empieza por las sencillas y sé constante, para las más complejas, a lo mejor tienes que pedir ayuda.

Ensáyalas, y ponlas en escena, cuantas más veces lo hagas, más natural saldrá y obtendrás mejores resultados.

Cualquier reto en nuestra vida, se puede conseguir con:
La Voluntad de querer hacerlo, el “si quiero, puedo”, por lo menos “si no lo intento nunca lo lograré”, y además, con cada intento, siempre consigues algo, siempre.
El Trabajo, el Ejercicio, una vez que sé lo que tengo que hacer, lo tengo que hacer un montón de veces para aprenderlo, no hay otra forma.
La Perseverancia, ir perfeccionando en cada intento, a pesar del fracaso, porque el fracaso nos enseña cómo NO debemos hacerlo.

¿O es que alguien la primera vez que se montó en una bici, hizo la primera etapa del Tour de Francia?

miércoles, 17 de noviembre de 2010

Tribulaciones de una bloguera pardilla. Mi amiga Hortensia dice...

Mi amiga Hortensia dice  que cuando limpia, tarea tediosa e ingrata donde las haya, es cuando tiene el “subidón” creativo. Cualquier tema es bueno para opinar, debatir o polemizar: política, sucesos, situaciones cotidianas, profesión, emociones.
Cuenta con dos grandes aliados “Doña Escoba” y “Don Plumero” a los que, seguro, impresiona con sus teorías y soluciones sobre los temas más candentes de la actualidad y deja impresionados con su clarividencia en el análisis de las emociones humanas. Es entonces cuando, en plena efervescencia oratoria, mira a los ojos a “Doña Escoba” (más bien al palo que sujeta) y le dice orgullosa: “¡Qué tertuliana tan magnífica se está perdiendo este País!”, y “Don Plumero”, que es asido con vigor de limpieza hogareña, calla, sumándose a tan tremenda verdad.
De repente, cae en la cuenta, ¡vaya, si ahora tengo blog, estoy en Twitter, y en Linkedin!, y allí hay debates interesantes en los que puedo participar, y dejar caer mis perlas de sabiduría. ¡Ya no seréis los únicos, “Doña Escoba”, “Don Plumero”, ahora toda la red escuchará lo que tengo que decir!.
Y corre rauda y veloz hacia el ordenador, y se conecta; pero antes de hablar, o sea de escribir, observa y escucha, es decir lee, lo que se "cuece", qué debates hay, qué comentarios se escriben y mientras, va “cociendo” su propio post, claro, escribirá sobre algo que conoce, que ha vivido, sobre lo que ha meditado tantas veces y llegado a conclusiones prácticas, sencillas, fáciles de llevar a cabo, ésas que tanto la gustan.
Existen muchos debates interesantes y otros tantos en los que puede opinar con fundamento, con conocimiento de causa.
Y se decide, tiene que ser algo importante, que aporte, pero con frescura, intentando ser novedosa en el planteamiento, nudo y desenlace. Escogiendo las palabras con mimo, con un lenguaje sencillo, pero cuidado, sin excesivos circunloquios.
Ya está, lo ha hecho, ¡Caray, qué largo!, quizá se ha pasado un poco, y es que cuando se lía…pero, no pasa nada en el siguiente tratará de abreviar.
Algunos de los comentarios que ha hecho en los distintos foros son elocuentes, y espera impaciente, que algún tertuliano virtual, la alabe con un “has dado en el clavo”, o un “ése es el quid de la cuestión”, o acaso un “excelente argumentación”, pero nada, en la mayoría de los casos…nada (¡eo, eo, estoy aquí!). En algunos un “gracias por tu aportación”, alguna oferta, o un “sigue así que tú puedes” y en otros, concretamente, en uno al que respondió a un desacertadísimo comentario sobre el victimismo de los parados, tildándolo de frívolo e insensible, le acusaron de insultar, pero ahí quedó todo, no fue a mayores.
Y ha estrenado su blog, con posts más acertados unos que otros, y ha tenido buenas críticas de amigos, que la quieren, de familia, que la adora, y de algún internauta desconocido, y los valora todos.
Y seguirá, porque parece que le ha cogido el gustillo a esto de escribir.
Y prueba con Twitter, la verdad, es que no se entera mucho de qué va, ni cómo se utiliza, los 140 caracteres se le hacen escasos (ya lo dice, es que cuando se lía…). Pero, ¡¿qué pones?!, ¿frases cortas?, así en plan misterioso, para crear expectación, ¿enlaces a otros sitios?, o sea, ¿4 horas, de media, buceando para encontrar lo que todo el mundo encuentra?.
Necesita desesperadamente un tutorial.
Y como el que sigue, si no la consigue, por lo menos se entretiene, pues ahí está, de momento, en observación, es decir, observando lo que circula, y, a veces, se pregunta, con el orgullo herido: ¿Por qué ciertos debates y comentarios provocan una oleada de comentarios a su vez, unos a favor y otros en contra, y no son ni la mitad de chispeantes e ingeniosos que los suyos? ¿Por qué se forman auténticas camarillas de diálogo virtual en la que, a los participantes, entre chascarrillos, alabanzas mutuas, discrepancias, sólo les falta darse palmaditas en la espalda, mientras la dejan al margen?.
Será cosa de perseverar.
Desconecta temporalmente.
Y ahí están como siempre, impertérritos, dispuestos a escuchar de nuevo otra argumentación genial, “Doña Escoba” y “Don Plumero”, sus eternos aliados.