domingo, 28 de noviembre de 2010

El tiempo es Agua. Mi amiga Hortensia dice...

Mi amiga Hortensia dice que para ella el tiempo es agua, que en muchas ocasiones, se la escapa de las manos, y es que, pese a que es de lo poquito que la vida nos da por igual a todos, tiene la sensación de que a otros les cunde más que a ella.
24 horas, ¡se dice pronto!, 8 para dormir, lo acorto, 7, menos no, que me conozco y luego estoy hecha unos zorros, me quedan…17, que tengo que invertir en comer, ducharme, transportarme, trabajar…demasiado o demasiado poco dependiendo de tantas cosas, de cómo me organice, de los imprevistos, de las interrupciones, de la suerte. Algunos de estos factores son incontrolables, pero otros no, y como soy práctica me centro en ellos.

¿Qué puedo hacer yo para no andar siempre como las locas, apagando fuegos, dejando las tareas a medias y al final del día cansada y frustrada por haber hecho poco, mal y tarde?

Además hay que luchar contra una idea que pretende filtrarse en nuestra vida: Cuanto más atareados estamos más importantes somos, o más éxito tenemos, y de ahí viene la segunda gran pregunta que me tengo que hacer y, a ser posible, contestarla con absoluta sinceridad:

¿Quiero de verdad que me “sobre” tiempo?

Porque de esta pregunta se derivan otras como:
¿qué hago con el tiempo que “me sobra”?
¿sé hacer otras cosas además de mantenerme “ocupada” todo el día?
¿está mal visto socialmente no decir “no tengo tiempo para nada”?

Pues si paso de las convenciones sociales y del arquetipo  de “mujersúperprofesionalmadredefamiliayparejasexualmenteactiva”, pues casi sí, prefiero que me sobre tiempo.

Lo primero: ORGANIZACIÓN
-         Lista exhaustiva de todas las tareas que tengo que hacer, de aquí incluso puedo aglutinar más de una, o eliminarla o dejarla para más adelante (si no es ni urgente ni importante).
-        Tengo mi lista definitiva y ahora las priorizo, por orden de importancia y de urgencia (+ Importante + Urgente, la 1ª, + Importante – Urgente, la 2ª, - Importante + Urgente, la 3ª….).
-        Determino el tiempo que me va a llevar cada una de ellas, aproximadamente, de ahí se deduce que algunas que llevarán poquito tiempo las podré meter de rondón entre otras de más envergadura.
-        Todas las llamadas de teléfono y los correos que tenga que mandar puedo hacerlos al mismo tiempo, se refiere a los que tenga planificados. Entonces determino mis “tiempos telefónicos” y mis “tiempos de e-mails”. El resto tendré que ir solventándolos sobre la marcha.
-        Mi tiempo no debe estar del todo planificado, entre un 50% o un 60% es suficiente, el resto son tareas que van surgiendo.
Todo lo APUNTO, así:
-         Me centro en lo que estoy haciendo en ese momento.
-          No me olvidó de nada importante.
-          Si se me ocurren ideas, o formas de llevar acabo mejor las cosas puedo tenerlas en cuenta para otra vez.

Y como todo, si quiero, lo hago y soy constante seguro que surte efecto, fórmulas mágicas no hay.

Y, por último, lo IMPORTANTE, ¿Qué hago con el tiempo que me sobra?.

8 comentarios:

  1. Se lo he mandado a mi mujer, para ver si le sirve de algo y llega un ratito antes a casa.

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  2. Me pareció un poco fuerte dedicárselo, pero lo hice pensando en ella, por si le servía de algo, espero que sí.

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  4. Yo hice el post de la marca país pensando en Zapatero, ¿tú crees que le servirá?
    http://comunicacionparapymes.wordpress.com/2010/11/26/diseno-de-marca-pais-el-posicionamiento-como-arma-fundamental-de-crecimiento/

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  5. Gestor, creo que Mr. Zapatero está tan metido en su burbuja burbujeante que aunque la solución mágica se le presentase en toda su cara no la vería. Creo que está en estado de shock, pero no sería mala idea que mirara tu blog y el de unos cuantos españolitos de a pie.

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  6. Desafortunadamente el decir 'no tengo tiempo para nada' en nuestra cultura (nuestro país) está 'hipervalorado' y se considera un elemento de éxito a diferencia de lo que ocurre en otros países, dónde aquellos que por costumbre, permanecen en su puesto de trabajo mucho más de lo previsto son considerados poco 'competentes'.
    En muchas ocasiones detrás de estos seres 'hiperocupados' se esconden personas carentes de cualquier inquietud personal distinta a la laboral y lo que es peor, su pobre vida arrastra a aquellos, a los que aún disfrutando del trabajo bien hecho, disfrutamos con un montón de cosas simples y sencillas que dan sentido a nuestro día a día.
    Convendría que tratásemos de descubrir que se esconde detrás de ese 'no tengo tiempo', quizás el detener nuestra rutina hiperactiva nos supone enfrentarnos con aspectos de nuestra realidad que nos asustan y que preferimos llenar de ruido y movimiento. Pararse y ver dónde estamos, puede ser el mejor o el peor de los momentos y eso siempre asusta.

    No tener tiempo = No tener vida. Duro, ¿no?

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  7. Este post tenía una doble lectura, la primera, evidente, hay personas que por lo que sea no se organizan y el día a día puede con ellos, la otra era un poco menos amable, no tan evidente y es la que has comentado tú. A mi juicio, es la más interesante de las dos(para la otra hay muchos manuales), ya que supone un cambio en nuestra manera de entender el trabajo, y para mi gusto las malas prácticas como el quedarse mil horas (moneando la mayoría de ellas) para que te vean y te consideren más, no tener cosas simples y sencillas, como dices con las que disfrutar. Son carencias importantes que deberíamos plantearnos, yo me las planteo y por éso me gusta lanzárselas a los demás, pero me temo que eres el único que ha recogido el guante...por el momento.

    Muchas gracias de nuevo y un saludo.

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  8. La solución es facil:
    Prioriza el trabajo vs pareja, simplifica, busca apoyo y delega. En fin, algo tendremos que aprender de los hombres....

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